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La selección haitiana clasificó a Norteamérica 2026 tras vencer 2-0 a Nicaragua, un logro histórico que desató celebraciones pese a la grave crisis de seguridad.
Redacción Portada Nacional
Haití celebra un respiro histórico en medio del caos
En un país marcado por la violencia, el dominio de las pandillas y una ofensiva policial sin precedentes, Haití encontró este martes un respiro inesperado: su regreso a una Copa del Mundo después de medio siglo.
La selección nacional venció 2-0 a Nicaragua en Willemstad, Curazao, con goles tempranos de Louicius Deedson y Ruben Providence, resultado que le permitió cerrar la fase final de la Concacaf como líder del Grupo C con 11 puntos, por encima de Honduras y Costa Rica, dos potencias de la región.
Con este triunfo, los dirigidos por el francés Sébastien Migné consiguieron un boleto directo a Norteamérica 2026, el primero desde su histórica participación en Alemania 1974.
Celebraciones en un país sitiado
La clasificación llegó en uno de los momentos más críticos para el país. La Policía Nacional de Haití había anunciado horas antes un “modo ofensivo” contra las bandas, suspendió permisos y alertó sobre inminentes enfrentamientos. Paralelamente, el poderoso líder criminal Jimmy Chérisier (Barbecue) pidió a la población no salir de casa para permitir la operación armada.
Aun así, apenas sonó el pitazo final, cientos de haitianos salieron a las calles para celebrar. En barrios de Puerto Príncipe y Cap-Haïtien, entre toques de bocinas, banderas y cánticos, la población convirtió el miedo en júbilo, aunque fuera por unas horas.
Las escenas de celebración contrastan con la cruda realidad: más de 1.4 millones de desplazados, 16,000 muertos por violencia desde 2022 y comunidades enteras bajo control de grupos armados.
Un pase contra todo pronóstico
Haití compartía grupo con selecciones de gran tradición mundialista:
- Honduras, de Reinaldo Rueda, que buscaba volver desde Brasil 2014.
- Costa Rica, dirigida por Miguel “Piojo” Herrera, histórica cuartofinalista en 2014.
El empate 0-0 entre catrachos y ticos en San José dejó a ambos fuera incluso del repechaje. Haití, por su parte, se impuso con un fútbol directo, sólido en defensa y agresivo en ataque.
Los Grenadiers se unen así a Panamá y Curazao, ya clasificados. Jamaica y Surinam disputarán la repesca.
Una victoria que trasciende el deporte
La ofensiva policial y la tensión generada por las pandillas no impidieron que la población celebrara uno de los momentos más importantes del deporte haitiano en 50 años. Para muchos ciudadanos, este triunfo representa algo más profundo que un simple resultado deportivo: una dosis de esperanza en medio del fuego.
Haití regresa al escenario más grande del fútbol mundial, y lo hace en el momento más complicado de su historia reciente. Un recordatorio de que, incluso en la adversidad más extrema, todavía es posible celebrar.




