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Moca, provincia Espaillat.– En un hecho que ha provocado indignación, alarma y serias dudas sobre la seguridad del sistema judicial, uno de los dos reos condenados por un doble homicidio atroz ocurrido en 2021 logró escapar del Palacio de Justicia de Moca apenas horas después de recibir sentencia.
El prófugo fue identificado como Orlando Fabián Ángeles, condenado a 30 años de prisión, quien se dio a la fuga la tarde de ayer tras burlar la custodia oficial, sin que hasta el momento las autoridades hayan ofrecido explicaciones claras sobre cómo ocurrió la evasión.
En el mismo proceso fue sentenciado Juan Óscar Castillo Acevedo a 20 años de reclusión.
Un crimen que estremeció a Moca
Ambos fueron hallados culpables de asesinar a tiros a Rafael Cervantes Jorge Peña y a una niña de apenas ocho años, durante un violento atraco perpetrado en octubre de 2021 en una vivienda ubicada en la calle José María Rodríguez, sector Sal Si Puedes, en Moca.
De acuerdo con el expediente, los atacantes llegaron en dos motocicletas, abrieron fuego de manera indiscriminada y huyeron tras cometer el crimen. En la escena, la Policía Nacional recolectó más de 30 casquillos, evidencia de la extrema violencia del hecho.
Silencio oficial y reclamo de justicia
Hasta media mañana de este martes, ninguna autoridad judicial ni policial de Moca había explicado cómo un reo recién condenado por un crimen tan grave logró escapar, lo que ha generado fuertes cuestionamientos sobre negligencia, fallas de seguridad o posibles complicidades.
Los familiares de las víctimas exigieron de manera enérgica la recaptura inmediata de Orlando Fabián Ángeles y advirtieron que no descansarán hasta que el responsable pague por los hechos cometidos.
Un golpe a la confianza pública
La fuga, ocurrida dentro de una sede judicial y tras una sentencia por doble homicidio que incluyó la muerte de una menor, representa un golpe directo a la credibilidad del sistema de justicia y aumenta la presión sobre las autoridades para ofrecer respuestas rápidas, transparentes y contundentes.
La comunidad de Moca y toda la provincia Espaillat permanece en alerta, mientras crece la indignación por un caso que, lejos de cerrarse con una condena ejemplar, ahora suma un nuevo y grave capítulo.
