LA ÚLTIMA VUELTA 

POR CÉSAR DALMASÍ 

El autor es periodista 

cesardalmasi@hotmail.com

Al cerrar un año y darle entrada a otro, no es únicamente el cierre e inicio de un nuevo ciclo, es mucho más que eso, este momento es propicio para adentrarnos como seres humanos en una profunda reflexión sobre nuestra realidad existencial.

Podríamos iniciar recorriendo toda nuestra vida terrenal, para ver aquellas cosas que debo continuar haciendo o quitar las que no han sido fructífera, cuáles me han hecho libre o esclavo, en qué zona de mi vida hay oscuridad o luz, en qué espacio tengo odio o amor para abocarnos a cambiar  lo malo por lo bueno.

Como la existencia tiene un propósito, soy de opinión que todos deberíamos reflexionar sobre el final de la vida en la tierra, esa última vuelta que todos en su momento tendremos que dar, ese último día en que no verás la luz del sol, ni sentirás su calor. 

Ese último escalón que marca el final de una jornada, que nos dice que el camino ha sido largo y posiblemente tortuoso, pero indicando materialmente que lo que comienza termina.

Por eso es necesario detenerse un momento y pensar en esa última tanda de la vida terrenal, cuando el reloj de la existencia en su eterno girar esté dando la última vuelta, marcando el final, porque quiérase o no a ese punto tendremos que llegar todos, los pobres y los ricos, los que ostentan rangos y posiciones políticas de gran poder.

Pero también los que deambulan por doquier sin rumbo y sin meta, o sea, que de manerairrefutable, ese ciclo se cumple; por eso te dejo la pregunta, has pensado en tu última tanda a aquí en la tierra, en esa última vuelta que tendrás que llegar y transitar en algún momento.

Entonces, te has dado cuenta para qué tanto orgullo, vanidad y el creerse que se es más superior que el otro, si desde que uno llega a este plano, iniciamos un movimiento, un caminar, pero  no para avanzar hacia cualquier rumbo, debe haber una meta y un propósito y es que la misma debe de ser ascendente.

Porque sólo caminando hacia arriba es cuando vivimos acorde con todo aquello que nos lleva a lo inconmensurable y que a su vez nos coloca en la plenitud total a la cual debenaspirar todos los seres humanos.

La vida está hecha de momentos y cada momento tiene su propia realidad y su especialidad, por lo que es necesario entonces, saborear el néctar y el dulce de cada ocasión, sí, incluso los espacios de dolor también tienen su bondad o pregúntale a la mujer cuando pasa por el dolor de parto, para luego disfrutar del éxtasis más extraordinario y maravilloso que es ver al hijo y escuchar su llanto que es para la madre la más bella melodía.

Por eso entre vueltas y vueltas, siempre debemos asegurarnos de estar  preparados para que cuando nos toque esa última vuelta, podamos entrar al espacio que no tiene igual y en donde la felicidad es eterna, pero de ti depende entrar o no a ese lugar de infinita bondad.

Así que en ese último suspiro, en el último halito de vida, esa la última conversación con tus seres queridos, en tu último minuto de vida, procura de que te encuentres en paz y sin temor a ese momento.

La vida en este plano es impredecible y frágil, por tal razón es que debemos procurar que en esa última vuelta hayamos completado el ciclo correcto y sin haber olvidado la tarea más importante de los seres humanos en esta tierra, que es amar.

Te reitero, los rangos de cualquier naturaleza, posiciones, poder, si no son usados para servir a los demás, de nada vale poseerlo, de todas maneras, algún día ya tú no tendrás nada de eso, pues, lo mejor es darle buen uso, para que en tu última vuelta oigas un canto de esperanza y puedas dar un grito de júbilo, porque hiciste lo correcto.