El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Senen Caba, ha alzado su voz de preocupación en un llamado apremiante dirigido al Estado dominicano. La situación actual en cuanto al dengue es alarmante, y la ocupación hospitalaria ha llegado a niveles críticos.
La situación es clara: los hospitales y clínicas están desbordados, y los pacientes que acuden con síntomas de dengue a diario se ven forzados a regresar a sus hogares debido a la falta de espacio. Lo que es aún más desgarrador es que muchas de estas personas están perdiendo la vida debido a la falta de atención adecuada.
El presidente del CMD señala que, a pesar de que las autoridades gubernamentales han minimizado el alcance de esta crisis, la realidad es innegable. No podemos ignorar la pérdida de vidas que estamos presenciando en el país. No se trata de unas pocas muertes, es una emergencia de gran magnitud.
En este momento de crisis, se requiere una respuesta rápida y efectiva por parte del Estado dominicano. Senen Caba ha solicitado con urgencia la habilitación de grandes carpas y hospitales móviles. Esta medida es crucial para evitar más muertes innecesarias y para garantizar que aquellos que padecen dengue reciban la atención médica que merecen.
Además de la implementación de carpas y hospitales móviles, el presidente del CMD enfatiza la necesidad de movilizar a todas las instituciones del país en una serie de acciones coordinadas. La eliminación de criaderos, la limpieza y la educación de la población son fundamentales para combatir esta epidemia.
Es una realidad que las condiciones actuales son propicias para la reproducción del mosquito portador del dengue, y es imperativo tomar medidas drásticas para frenar su propagación.
En medio de esta crisis, es desgarrador ver que hospitales importantes permanecen cerrados y en condiciones deplorables. La inacción oficial no puede continuar. Senen Caba insta al Gobierno a movilizar todos los recursos disponibles, desde las Fuerzas Armadas hasta los estudiantes, para enfrentar esta situación con determinación.
La vida de miles de dominicanos está en riesgo, y la población se encuentra desesperada. Es el momento de actuar con determinación y empatía. La inacción no es una opción cuando se trata de salvar vidas y proteger a nuestra comunidad. ¡Un llamado a la acción es ahora más urgente que nunca!