Con el reloj marcando el fin del plazo, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) desencadenó un terremoto político al anunciar una ampliación monumental de sus alianzas con la Fuerza del Pueblo y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sacudiendo los cimientos del panorama electoral.
Bajo el estandarte «Rescate RD», esta formación tríada consolidará su poder en las urnas, fusionando sus fuerzas para enfrentar las elecciones de mayo con una fuerza titánica. Con candidaturas comunes en 25 de las 32 senadurías, este bloque opositor promete desafiar el statu quo político en la República Dominicana.
Sin embargo, la estrategia de la alianza no es uniforme. El PLD tomará las riendas en bastiones estratégicos como Azua, La Altagracia y Santo Domingo, mientras que la Fuerza del Pueblo liderará en territorios cruciales como el Distrito Nacional y La Vega.
El PRD, por su parte, se posiciona como cabeza en El Seibo y Hato Mayor, consolidando su influencia en regiones clave.
Pero las apuestas son altas y las rivalidades antiguas arden en el horizonte político. ¿Será esta la combinación perfecta para desbancar al poder establecido, o el inicio de una guerra política que cambiará el curso del país?
Con el destino de la nación en juego, la batalla electoral se perfila como un enfrentamiento épico entre titanes políticos.
