Una operación coordinada entre la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el Ministerio Público ha sacudido los cimientos del narcotráfico en Santiago de los Caballeros, revelando una oscura red de crimen y corrupción.
El blanco: una residencia en el sector Gurabo Arriba, donde «El Compa» tejió su telaraña de venta y distribución de drogas. Al irrumpir en el lugar, las autoridades se toparon con un tesoro infernal: 737 láminas y cinco paquetes repletos de presunta cocaína, ocultos estratégicamente en un vehículo Hyundai.
Pero eso no fue todo. En el arsenal de la delincuencia se encontraron armas, dinero en efectivo, equipos de procesamiento de drogas y otros artefactos siniestros, revelando la magnitud de la operación criminal.
El alcance de esta red es vasto. Dos mujeres están tras las rejas, mientras las autoridades rastrean a otros cómplices, desentrañando una compleja telaraña de narcotráfico que ha ensombrecido la ciudad.
El Ministerio Público y la DNCD prometen una investigación exhaustiva, pero el impacto de esta redada resuena más allá de las calles de Santiago. ¿Se avecina el fin de una era para el crimen organizado en la región, o es solo el comienzo de una batalla más encarnizada?
