Familiares, amigos y compañeros activistas se unieron para despedir a Elena Larrea, destacada activista y defensora del bienestar animal, cuyo legado ha dejado una huella imborrable en la comunidad. La emotiva despedida tuvo lugar en un funeral íntimo, donde aquellos que compartieron la vida y la lucha de Elena se reunieron para honrar su memoria.
Elena Larrea dedicó su vida a la causa del bienestar animal, siendo una figura destacada en la creación de Cuacolandia, un santuario para caballos, yeguas y otros animales en situación de vulnerabilidad. Su incansable trabajo y pasión por los animales han dejado un legado perdurable que continuará inspirando a futuras generaciones de activistas.
En el funeral íntimo, se pudo sentir la emotividad en el aire mientras familiares, amigos y los propios animales rescatados por Elena se despedían de ella. En particular, el burrito Igor, cuyos rebuznos parecían expresar su propio duelo por la partida de Elena, conmovió a quienes estaban presentes.
A través de las redes sociales, personas que compartieron experiencias junto a Elena compartieron recuerdos y momentos especiales, destacando la profunda conexión que la activista tenía con los animales que tanto amaba. Fragmentos de vídeos mostraban la presencia del féretro, donde la familia de Elena y el caballo Divo, compañero inseparable de la activista, se encontraban presentes.
En un reciente podcast de Poblanerías, Elena Larrea reveló cómo la relación con Divo inspiró la creación de Cuacolandia. Al liberar al caballo y observarlo correr en libertad, Elena sintió la llamada para establecer un santuario donde otros caballos pudieran encontrar refugio y descanso.
La despedida de Elena Larrea no termina aquí; activistas en Xalapa organizaron una velada en su honor, y se planean homenajes adicionales en Puebla y la Ciudad de México para recordar y celebrar su vida y su dedicación a la causa del bienestar animal.