En un dramático despliegue de propaganda bélica, China ha llevado a cabo simulacros de ataques a Taiwán en sus principales centros urbanos, incluyendo el distrito financiero de Pekín y el bullicioso barrio de Xintiandi en Shanghai.
En el CBD de Pekín, epicentro del poder político y financiero de China, una pantalla gigante mostraba imágenes de buques de guerra y aviones de combate rodeando la isla de Taiwán. Además, se proyectó un mapa detallando cinco puntos estratégicos donde el ejército chino estaría ejecutando un asedio a Taiwán.
Mientras tanto, en Xintiandi, uno de los distritos comerciales más importantes de Shanghai, conocido por sus tiendas de lujo internacionales, los anuncios de moda fueron interrumpidos por clips generados por Inteligencia Artificial que simulaban ataques con misiles a Taiwán por mar y aire.
Estos eventos fueron parte de un mensaje claro enviado por el Gobierno chino, según explicó un funcionario del Ministerio de Exteriores chino: «Si nos lo propusiéramos de verdad, en pocas horas podríamos bloquear Taiwán, cortar toda la entrada de suministros y obligar a sus autoridades a cumplir los deseos del pueblo chino».
Los simulacros de ataques a Taiwán también se llevaron a cabo en el propio territorio de la isla, con aviones chinos portando misiles reales y buques ensayando un bloqueo naval alrededor de Taiwán, incluyendo las islas periféricas controladas por Taipei, como Matsu y Kinmen.
Estos ejercicios militares, aunque sin fuego real, sirvieron para presionar al nuevo líder de Taiwán, el presidente Lai Ching-te, quien ha sido descrito como separatista por las autoridades chinas. Desde el Ministerio de Exteriores de Taiwán, sin embargo, se asegura que están acostumbrados a estas amenazas y que estos simulacros solo reafirman su compromiso con la democracia.
Expertos militares chinos explicaron que estos ejercicios tienen como objetivo demostrar la capacidad de ataque del Ejército Popular de Liberación (EPL) en todas las direcciones de Taiwán y recopilar información de inteligencia sobre la capacidad de respuesta de las fuerzas taiwanesas.
Entre las armas dirigidas hacia Taiwán en estos simulacros se encuentran el caza furtivo J-20, el destructor de misiles guiados Tipo 052D y el misil balístico de corto alcance DF-16A, entre otros, según informaron analistas militares del EPL en el diario chino Global Times.
