El País perdió la capacidad de asombro con la Cámara de Cuentas

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Por la:Licda. Ariela Medrano

Acusación de acoso laboral y sexual contra dos abogadas que culminó en impunidad judicial, denuncia de avasallamiento y cancelaciones masivas de funcionarios de la entidad, persecuciones contra legisladores y sus familiares con las declaraciones juradas de bienes, insultos, improperios y desconsideraciones contra auditores calificándolos de incapaces, constituyen sólo una parte de los actos de prevaricación del funcionario público cometido por el presidente de la Cámara de Cuentas de la República, Janel Andrés Ramírez Sánchez, 

La nueva Ley núm. 18/24 del 12 de junio del presente año 2024, orgánica de la Cámarade Cuentas, en lugar de esclarecer y hacer rectificar el comportamiento, parece haber obnubilado aún más la mente, la capacidad de tolerancia y el razonamiento del presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez Sánchez.

El hecho de que la nueva Ley 18-24 del 12 de junio del año 2024, orgánica de la Cámarade Cuentas, haya contemplado dentro de las atribuciones exclusiva del presidente cancelar y nombrar personal sin la participación de los demás miembros de la entidad,ha desatado al interior del organismo una cacería contra todo aquel recomendado por los demás que no goce de la simpatía del presidente, lo que se traduce en un flaco servicio al fortalecimiento institucional y al buen desempeño de la institución de control externo de los recursos públicos. 

Los ciudadanos dominicanos hemos perdido la capacidad de asombro con las cosas que desde hace más de tres lustros vienen sucediendo con ese importante órgano del Estado Dominicano, ya algunas personas, entre las que, como mujer, profesional del derecho y ciudadana me encuentro, hemos perdido la esperanza de que ese organismo cumpla su misión social y constitucional.

En ocasiones me pregunto: ¿Será que los órganos de poder político conspiran para que esa entidad no funcione, en razón de que de esa forma es más fácil enriquecerse con el dinero del Estado sin que medie consecuencia alguna como ha venido sucediendo con los distintos entramados de corrupción que ha conocido el país?

Prefiero dejar esa pregunta sin respuesta en el aire para que los ciudadanos y ciudadanas se la puedan responder de forma interna en su conciencia, asumiendo que cada uno debe, a su vez, asumir algún grado de responsabilidad con la situación planteada, toda vez que, las cosas malas en una sociedad como la nuestra no sólo suceden por la accióncriminal de algunos ciudadanos, sino que a su vez, los que no actuamos en contra de esos hechos somos cómplices de los mismos, ya sea por nuestro silencio culposo o nuestra inacción.

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