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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes una reestructuración significativa en la cúpula militar del país, destituyendo a los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, así como a los líderes de las dos principales agencias de inteligencia: la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Maduro confirmó la continuidad de Vladimir Padrino López como ministro de Defensa, junto al general Domingo Antonio Hernández Larez, quien sigue como Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb). En una decisión notable, el hermano de Hernández Larez fue nombrado comandante general del Ejército. Además, el almirante Ashraf Andel Hadi Suleimán Gutiérrez asumirá la dirección de la Armada a partir de hoy, mientras que la Fuerza Aérea estará bajo el mando del general de división Lenín Lorenzo Ramírez Villasmil.
En el área de inteligencia, el mayor general Javier Marcano Tábata ha sido designado para dirigir la Dgcim y la Guardia de Honor Presidencial, mientras que el Sebin queda ahora en manos del mayor general Alexis Rodríguez Cabello, estrechamente vinculado al influyente ministro del Interior, Diosdado Cabello.
Estos cambios en la estructura militar y de seguridad se producen tras una serie de detenciones que han sacudido la cúpula de las Fuerzas Armadas en las últimas semanas. Entre los altos mandos arrestados se encuentran el general Vidal José Francisco Coraspe, director de recursos territoriales de la Región Estratégica de Defensa Integral (Redi) de Oriente, el general de brigada Saúl Rafael Somoza Gámez, comandante de la 25 Brigada de Infantería Mecanizada en el estado de Táchira, y Ramón Antonio Cruells Martínez, comandante de la Guardia Nacional Bolivariana no. 52 del estado Anzoátegui, junto a Jesús José García Rivero, coordinador del Centro de Coordinación Policial (Ccpe) en esa misma región.
Este movimiento dentro de la estructura militar refleja la creciente presión sobre los altos mandos venezolanos en medio de investigaciones y medidas de control que el gobierno de Maduro está implementando para asegurar la lealtad y el control dentro de las Fuerzas Armadas, pilar fundamental del régimen chavista.