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POR CÉSAR DALMASÍ
El autor es periodista
La República Dominicana vive un momento histórico, en termino político y social muy particular, especialmente ante la situación de la crisis haitiana, en donde los dominicanos están en una constante y especial observación para ver y analizar la actitud del gobierno, de la oposición y de otros sectores de poder no menos importantes; ya que dependiendo de la acción que estos sectores ejecuten el mismo pueblo tomará su acción particular.
Por lo que la población en ese proceso de observación no deja escapar el más mínimo detalle de sus líderes, muy particularmente de los políticos, del gobierno y de la oposición; de ahí que el efusivo saludo y el repetido abrazo entre el presidente Luís Abinader y Leonel Fernández en un momento de la celebración de un acto público, éste gesto del mandatario y del expresidente y ante lo dicho por nosotros en el primer párrafo del presente escrito, implica obviamente que no pase desapercibido y que dicho gesto sea analizado desde distintas perspectivas.
Primero, es sabido que ese saludo y el gesto con la señal de las manos entrelazadas y levantadas, definitivamente que significa el apoyo de una parte a la otra, aunque cabe preguntarse, será que ambos políticos han dado una señal de unidad para enfrentar y buscarconjuntamente soluciones a las distintas problemáticas de la nación dominicana, en virtud del momento histórico que se vive y en particular ante la situación haitiana, o significa que ambos líderes están dando un sutil y subliminal mensaje con miras al 2028.
Esto último se desprende de que se ha hecho uso y costumbre en la política internacional y en nuestro país, que cuando un líder político apoya a otro precisamente ese es el saludo y gesto que se hace, en señal de rubricar un apoyo implícito y no escrito pero que concreta y públicamente se establece un compromiso entre las partes.
Para sólo citar un caso en el año 1996, el doctor Joaquín Balaguer siendo a la sazón el presidente del país y el Profesor Juan Bosch uno de los líder de la oposición de entonces, en un acto multitudinario precisamente se agarraron y entrelazaron sus manos junto a Leonel Fernández para darle el apoyo a éste último, lo que finalmente lo llevó a ganar las elecciones de ese año, con cuyo gesto se buscaba cerrar el paso al doctor José Francisco Peña Gómez o el camino malo como fue bautizado por Balaguer.
Se recuerda aún aquella socorrida expresión que aún resuena en los oídos de quienes vivimos ese momento histórico y es cuando Balaguer repetidas veces, en el multitudinario acto denominado el Frente Patriótico dijo: “El camino malo está cerrado, cerrado definitivamente y abierto, abierto de par en par el camino del patriotismo dominicano.”
Ahora bien, si el reciente saludo de Luís y Leonel indica un mutuo apoyo en favor de la gobernanza, la gobernabilidad y en favor y búsqueda de soluciones a los principales problemas del país, toda la población aplaude el gesto y lo apoya, sin embargo no se puede ignorar el hecho de que si ese gesto y saludo, es interpretado por la población como una especie de enviar un mensaje a futuro con miras hacia el 2028, entonces el mismo generaría inquietud y preocupación entre la población política nuestra.
Pero de algo no hay dudas y es que ese abrazo es una clara manifestación de madurez política; de colocar a un lado el interés particular y dar prioridad al interés general, lo que todos tenemos que aplaudir porque es un paso de verdadero avance.