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POR CÉSAR DALMASÍ
El Autor es periodista
Ante un nuevo y subyacente propósito de regulación de migrantes haitianos, con estatus migratorio irregular en la República Dominicana; la pregunta clave sería, quién realmente se beneficiaría del mismo, porque sabemos que ya en el pasado se han realizado otros procesos de regulación, y si analizamos de forma sincera y pragmática, veremos que ningún plan de esa naturaleza ha dado resultado favorable para la República Dominicana, de manera que viendo el contexto histórico en término de los resultados, en ese sentido lo prudente, lógico, razonable y no riesgoso para los dominicanos es que las autoridades no se aboquen bajo ningún argumento a otro plan de esa naturaleza.
De acuerdo a la experiencia y analizando los intereses particulares que pudieran subyacer, en la intención de regular la mano de obra haitiana, cada proceso de regulación lo único que ha provocado es que más y más haitianos encuentren una forma y razón para quedarse en nuestro territorio, porque la verdad sea dicha, si de percibir beneficios se trata, en ese sentido los favorecidos directos serían los mismos haitianos, ya que por esa vía les estaríamos legalizando su situación migratoria o se les estaría dando un salvoconducto de estadía en territorio dominicano, los cuales luego se convertirían en residentes permanentes, sin llenar los requisitos de ley.
Pero con un plan de esa naturaleza también resultarían gananciosos aquellos empresarios que utilizan esos migrantes haitianos para que les trabajen como mano de obra barata, por estar de manera irregular en nuestro territorio, por igual y hay que decirlo, el oficialismo de la misma manera también usa éstos trabajadores, los cuales han trabajado para todos los gobiernos, sin excepción alguna, así que, el NO debe de ser rotundo y absoluto a un nuevo plan de regulación de migrantes haitianos, sencillamente porque es lesivo para nuestro país.
Ahora, lo que sí es favorable para la nación dominicana es que el gobierno siga invirtiendo todos los recursos posibles para que continúen las repatriaciones o deportaciones de extranjeros con estatus irregular en nuestro país; que no se escatime ningún esfuerzo ni recursos para resguardar nuestra frontera terrestre y marítima, así como toda la zona limítrofe entre Haití y la República Dominicana, porque nadie ha de sorprenderse si de un momento a otro amanecemos con que la situación haitiana se empeora y las bandas tomen todo el control de ése territorio.
Pero como ya hemos dicho relativo al plan regulatorio, de seguro y sin duda alguna es que cada dominicano prefiere las deportaciones de indocumentados que a un proceso de regulación, claro, sabemos que la ejecución de un nuevo plan regulatorio no detendrá ni sustituirá las repatriaciones, en lo que hacemos hincapié es en que si se implementa otro plan regulatorio, el mismo ahondaría en los dominicanos el sentimiento patrio que en este momento histórico está más sensible que nunca en cada dominicano, y de concretarse el mismo como desean algunos sectores empresariales, esto sería fatal para la paz, la gobernabilidad y para la convivencia nuestra, ya que otros grupos armarían protestas de rechazo a dicho plan.
Entonces, no basta sólo con escuchar las voces conformadas en el Consejo Económico y Social CES, se hace necesario escuchar también las opiniones de otros sectores de la sociedad dominicana, precisamente por las características y la naturaleza del momento histórico que vive la nación dominicana; y por otra parte aprovechamos para saludar el esfuerzo que hace el gobierno en ese sentido con los expresidentes, así como el pedido del primer ejecutivo de la nación, quien ha dicho que ante la realidad haitiana todos los dominicanos tenemos que estar monolíticamente unidos, sin tomar en cuenta banderías políticas e intereses particulares, sino el interés nacional y colectivo.
Todos sabemos que la situación haitiana es extremadamente grave y preocupante, ya que las bandas tienen prácticamente el control del ochenta por ciento del país, por lo que se hace urgente una intervención más contundente de la comunidad internacional, para evitar su avance y que incluso pudieran estas bandas llegar hasta el principal centro del poder en Haití, que es el propio palacio presidencial; además que de por sí ya la situación haitiana está provocando inestabilidad en toda la región, creo también que Estados Unidos por un asunto de geopolítica, está compelido a actuar ante ésta situación, ya que Chinay Rusia han puestos sus ojos en la parte Oeste de nuestra isla.
Y regresando al posible plan de regulación, hay que resaltar una vez más que hasta “los chinos de Bonao” saben muy bien que ningún Plan Nacional de Regulación ha dado resultados favorables al país, por lo que no se debe caer una vez más en ese error, es más, en éste momento histórico hablar del tema es como traicionar la patria de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y de mujeres como Concepción Bona, Manuela Díez Jiménez, María Trinidad Sánchez, entre otros hombres y mujeres que dieron todo para que hoy disfrutemos de un país libre e independiente, está bueno ya, el interés nacional y colectivo es primero.
