LA JUSTICIA TIENE LOS OJOS ABIERTOS

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POR  CÉSAR DALMASÍ

El autor es periodista

cesardalmasi@hotmail.com

Un código penal que no acaba de llegar, porque ellos, sí, ellos, lo han pensado muy bien para dejar penando al código, por lo que todos sentimos vergüenza ajena; pero, no hay que sorprenderse, ya que la famosa diosa de la justicia se quita la venda dependiendo a quién vaya a juzgar y así la dichosa diosa, no juzga, más bien juega con la dignidad de las personas. Pero y será realmente ella o tiene a alguien detrás que  mueve todo que nosotros no podemos ver?

Porque en realidad  Themis juzga al débil, pobre y desvalido y no le tiembla el pulso para dar con el mallete y condenar al chiquito aunque no sea culpable, pero también lo hace para dejar en libertad al fuerte y poderoso aún siendo culpable, a ese mismo que hace gala de su fortaleza económica, política y social; de manera que ante esa triste realidad sólo resta  decir, que injusticia la de la justicia.

Pero tampoco hay que enjuiciar a la diosa Themis, porque o ella teme o simplemente baila al son de su titiritero, aunque todos sabemos que aquí y acullá esa diosa es la misma, sólo que la justicia fuera real si a esa deidad se le colocara el título con la letra D en mayúscula y no en minúscula, a la que también habría que cambiarle el sexo y de seguro que así el culpable iría a la cárcel sin importar posición económica, estatus social o relación política y el inocente iría a su casa. O será que Themis ve todo al revés?

Sin embargo, pienso que debemos de estar agradecido de que su título no sea con D mayúscula, porque no habría espacio para encerrar a tantos delincuentes, ya que 48,442 km² no serían suficientes para las cárceles que necesitaríamos construir, aunque no sólo aquí sino universalmente, de manera que tampoco serían suficiente los 510.101.000 km² de nuestra superficie terrestre.

Si usted piensa que exagero,  le invito a echar una ojeadita al comportamiento de la dichosa diosa Themis, primero en nuestro entorno y luego universalmente; pues, luego de observar, se ha dado cuenta cuántos casos muy sonoros tenemos, en donde la justicia ha actuado con los ojos bien abiertos para dejar en libertad a culpables y encarcelar a inocentes, o es mentira que hay quienes deberían estar preso y botar la llave y otros que están presos que no deberían de estarlo.

Tristemente esa es la justicia o mejor dicho justicia”, sin embargo  ante todo este desmán, la gran mayoría se aferra al dicho aquel de que “algún día ahorcan blancos”, ahora bien, a muchos malhechores que han sido juzgados terrenalmente y han logrado salir bien de su mal, a ustedes les aconsejo que no se rían con la llamada muela de atrás, ya que la cosa no termina aquí, porque hay otro nivel que analizará lo humanamente juzgado.

Por lo tanto no sé pavonee jactancioso como el pavo real, o es que éstos tutumpotes olvidan que en justicia se habla de juzgado de primera y de segunda instancia, así que aún saliendo absuelto en la primera aquí en la tierra, le recomiendo que amarren bien sus influencias a ver si le sale igual en la segunda instancia, cuando le toque verse de frente ante el mismo rey supremo que es Dios y justo juez.

Pero déjenme volver un poco atrás y ahora siendo más reflexivo y hasta justo de mi parte con la diosa Themis, debo reconocer lo que dice el refrán aquel que “Cuando Dios no quiere, los santos no pueden” porque aunque Themis es diosa, ya hemos aclarado que su poder no es absoluto y definitivo, porque con venda o con los ojos bien abiertos, simplemente sus movimientos vienen pautados de acuerdo a cómo el titiritero nueva sus hilos.

Así que aunque la espada de la justicia corte donde no debe y la balanza se sobrecargue para un lado, no culpemos a Themis, más bien la pobre chica sufre todo lo que se hace en su nombre;  pero al mismo tiempo pienso si será que Themis no sabe diferenciar entre lo real y lo virtual, entre un show  mal montado y lo verdadero.

Todo esto lo digo porque desde que un pudiente tiene que enfrentar la justicia, usted observa que de inmediato se enferman, le da un patatús y eso basta para que Themis se sensibilice y lo envía a prisión domiciliaria o sencillamente el culpable queda absuelto de su culpa; por eso nuestras cárceles están llenas de inocentes y nuestras calles de culpables. Verdad que usted conoce muchos casos así?

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