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POR CÉSAR DALMASÍ
El autor es periodista
Reina gran preocupación en la comunidad científica del mundo, por el aumento de la temperatura, por el cambio climático, por el deshielo de los polos, por el llamado calentamiento global y por los cambios repentinos en el comportamiento de la naturaleza; preocupación que es muy válida y hay que continuar prestándole atención, ya que esta problemática está afectando no sólo el comportamiento de las personas si no a la vida misma en el globo terráqueo.
De acuerdo a las estadísticas mundiales, anualmente en nuestro planeta se pierden por deforestación debido a la actividad humana, unos diez millones de hectáreas de bosque; esto naturalmente afecta muy negativamente todo el medioambiente, al ecosistema y a la biodiversidad, de manera que el esfuerzo humano debe de concentrarse en la preservación, conservación y protección de los bosques, empezando por cuidar el árbol más próxima a cada persona y contribuir a la forestación, sembrando un árbol en el espacio que sea posible.
En tanto que en el plano local y de acuerdo a estadísticas tomadas del Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, a través del Inventario Nacional Forestal, en la República Dominicana nuestra capa boscosa está conformada por un 42.8 por ciento, en donde se incluyen bosques naturales y cultivos agroforestales como cacao y café; pero de acuerdo a datos del pasado año 2024 obtenidos de la Global Forest Watch, de esa cantidad anualmente se pierden sólo de bosque natural, once mil quinientas hectáreas, (11,500), pérdida ocurrida por la agricultura, por el urbanismo, por fuegos forestales y por la expansión y construcción de carreteras y ciudades.
Por lo anterior, invito a cada familia a sembrar un árbol, dije por familia para ser conservador y no por persona, aunque sabemos que es responsabilidad de cada habitante del planeta vivir y respetar su entorno natural, es tiempo de que cambiemos de conducta y que adoptemos una cultura de amor a la naturaleza, porque sin aire y sin agua no es posible la vida, pues, cuál es la razón de matar la vida a través de eliminar un árbol, eso es una sinrazón que no logro entender.
Es importante entender que la industrialización, el parque vehicular, entre otros aspectos, producen enormes cantidades de Dióxido de Carbono o CO2 así como otros gases de efecto invernadero, y que cada árbol en su proceso de fotosíntesis, consume anualmente alrededor de diez a treinta kilogramos de estos gases, es decir cada árbol ayuda a que las personas y los animales logremos respirar un aire más puro, limpio y saludable, por eso debemos de cuidar los árboles y bajo ninguna circunstancia o necesidad humana dañarlo y menos aún cortarlo.
Mientras más arbolada son las ciudades, mayor y mejor calidad de vida tienen sus habitantes, de manera que es compromiso y responsabilidad de todos, gobiernos y gobernados, luchar por la preservación y protección de nuestros árboles, de los parques y áreas verdes que tenemos en nuestras ciudades; por eso expresemos nuestra oposición y levantamos nuestra voz de protesta ante las pretensiones de tomar parte del Jardín Botánico Nacional para ampliación vial, esa no es la solución al caos del tránsito en esa zona.
Más bien todo lo contrario, se necesitan más árboles, pero la autoridad está actuando como el cangrejo caminando al revés, ya que no se justifica de ninguna manera que en el Estudio Olímpico se hayan eliminado miles de árboles, para una supuesta readecuación y la excusa es que el próximo año se estará celebrando una importante actividad deportiva en dicho lugar; obviamente no estoy en contra de dicho actividad pero nunca jamás ante poner la misma por encima de los miles de árboles que se han talado allí, eso es un abuso y un crimen.
O será que las autoridades ignoran cuál es la importancia y el aporte que los árboles hacen a la vida; es necesario recordarles a nuestras autoridades que los patrimonios públicos son de todos y que la autoridad no tiene el derecho absoluto en nada que sea público y de toda la comunidad, y es cierto, el Jardín Botánico es una institución oficial, pero no es propiedad del Estado, es un patrimonio de todos y en eso hay que estar claro.
Al menos que esa misma autoridad esté interesada en cualquier otra cosa contraria al bien común, o tal vez quieren igualar nuestro país con Haití, el Salvador, Guatemala y Honduras, que son los países de nuestra área con menos zonas boscosa, realmente lo que deberíamos hacer es igualarnos a ciudades como Madrid, Singapur, Vancouver, Tampa y otras, que son las ciudades con mayor cantidad de árboles y zonas verdes.
Otra cosa importante de recordar es que la Organización Mundial de la Salud OMS, recomienda para zonas urbanas, que en las ciudades deben de haber por lo menos, nueve metros cuadrados de área verde por habitante o un árbol por cada tres habitantes, ya que esto mejora la calidad de vida de las personas, otras organizaciones hablan de que para una persona poder vivir, se necesitan por lo menos veintidós árboles.
Así que por lo que significan los árboles para la vida en el planeta, rechazamos que dañen nuestro Jardín Botánico, las presentes autoridades no deben ejecutar esa macabra idea, la población está atenta y se lo tomará en cuenta, la autoridad está para construir y no para destruir; para salvar y no para matar, nada en absoluto justifica la tala de un árbol, porque un árbol es sinónimo de vida.