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Nueva York – El subdirector ejecutivo de UNICEF, Ted Chaiban, denunció este viernes ante la ONU el devastador impacto de la guerra en Gaza sobre la infancia palestina, tras completar una misión de cinco días en Israel, Gaza y Cisjordania. Chaiban describió una situación alarmante en la que niños están “muertos de hambre, bombardeados y desplazados”, y advirtió que la crisis humanitaria sigue deteriorándose rápidamente.
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamas en octubre de 2023, se estima que 18.000 niños han muerto en Gaza. Miles más han resultado heridos o han sido forzados a abandonar sus hogares. Durante su visita, Chaiban conoció el caso de Ahmed, un niño de diez años afectado por la pérdida de su hermana, lo cual ilustra el nivel de sufrimiento emocional entre los menores.
El representante de UNICEF fue enfático al afirmar que estos niños no son víctimas de un desastre natural, sino del conflicto armado, y subrayó que “los niños no deberían estar siendo asesinados esperando en fila en un centro de nutrición o recolectando agua”.
Chaiban reconoció los esfuerzos del gobierno israelí para facilitar el ingreso de ayuda humanitaria, incluyendo el establecimiento de corredores por Egipto, Jordania, Ashdod y Turquía. Hasta ahora, cerca de cien camiones han ingresado a Gaza, un tercio con fórmula para bebés. Sin embargo, advirtió que esta asistencia es insuficiente, señalando que se necesitarían al menos 500 camiones diarios para cubrir las necesidades básicas de la población.
La situación en Gaza se describe como desesperada, con una de cada tres personas pasando días sin comer y niveles de desnutrición aguda infantil por encima del 16,5%. Más de 320.000 niños pequeños están en riesgo, según datos de UNICEF.
Chaiban también alertó sobre el alto riesgo de brotes epidémicos debido a la escasez de agua potable y a la falta de infraestructura sanitaria. Indicó que se requiere una respuesta multilateral que incluya a Naciones Unidas, ONG, la Cruz Roja y el sector privado para garantizar el acceso a productos básicos y servicios esenciales.
UNICEF ha mantenido operaciones activas en la región, distribuyendo agua potable, fórmula infantil, vacunas, atención médica y apoyo psicosocial. No obstante, Chaiban advirtió que las pausas humanitarias no equivalen a un alto al fuego y reiteró la necesidad de alcanzar un cese total de hostilidades, además de exigir la liberación de los rehenes.
“El conflicto ha alcanzado un punto crítico. Las decisiones que se tomen hoy marcarán la diferencia entre la vida y la muerte para miles de niños”, concluyó Chaiban ante la Asamblea General de la ONU.