Desinformación se consolida como amenaza financiera

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Santo Domingo. – En un contexto donde la percepción puede modificar el valor de una marca o generar millonarios movimientos en los mercados en cuestión de minutos, la desinformación ha dejado de ser solo un riesgo reputacional para convertirse en una amenaza financiera con alcance sistémico. Así lo advierte el más reciente informe de LLYC, firma global de Marketing y Corporate Affairs, que analiza el costo real de las narrativas falsas y subraya la urgencia de una gestión empresarial basada en datos, tecnología e inteligencia artificial.

Uno de los casos más recientes ocurrió el 7 de abril de este año, cuando un reporte falso sobre la supuesta suspensión de aranceles en Estados Unidos provocó un incremento inmediato de 2.4 billones de dólares en el índice S&P 500. Tan solo 23 minutos después, la Casa Blanca desmintió la información, generando una abrupta caída en el mercado. El hecho se originó en una publicación anónima amplificada por redes sociales y replicada por medios financieros sin verificación previa.

Según cifras internacionales, las pérdidas económicas por desinformación ascienden a 78,000 millones de dólares anuales, con casi la mitad vinculadas directamente a la volatilidad bursátil. Casos como el de Cassava Sciences o el hackeo a la cuenta de Associated Press en 2013, que provocó una pérdida de 136,000 millones de dólares, demuestran que incluso las fuentes más confiables pueden ser vulnerables.

El informe de LLYC destaca que, ante esta amenaza creciente, las organizaciones deben dejar de ser reactivas y adoptar un enfoque proactivo de gestión reputacional. La inteligencia artificial se posiciona como una herramienta crítica para identificar narrativas emergentes, detectar patrones inusuales y prevenir crisis antes de que escalen.

Tecnologías como el procesamiento de lenguaje natural, redes neuronales gráficas y análisis predictivo permiten monitorear en tiempo real los cambios en el entorno digital y anticipar posibles impactos financieros. Grandes empresas como BNP Paribas, Santander y BlackRock ya aplican estas herramientas para fortalecer sus mecanismos de protección frente a la desinformación.

«La desinformación ha trascendido el riesgo reputacional para convertirse en una amenaza financiera con la capacidad de desestabilizar mercados. Ante esta nueva realidad, la adopción de inteligencia artificial y una gestión estratégica proactiva se posicionan como blindaje esencial para salvaguardar el valor de las empresas,» afirmó Renata Sánchez, directora de Asuntos Corporativos de LLYC República Dominicana.

Experimentos recientes en el Reino Unido han demostrado que contenidos falsos generados por inteligencia artificial pueden provocar movimientos millonarios en depósitos bancarios, incluso con presupuestos publicitarios mínimos. Esta nueva dinámica eleva la presión sobre las marcas, ya que los consumidores tienden a reaccionar con mayor rapidez ante la incertidumbre.

LLYC trabaja junto a empresas líderes para desarrollar estrategias de resiliencia reputacional que combinan monitoreo constante, simulaciones de crisis y tecnología avanzada, con el fin de proteger la toma de decisiones y preservar el valor corporativo. La firma sostiene que la pregunta ya no es si ocurrirá una crisis de desinformación, sino cuándo.

Para consultar el informe completo, acceda al siguiente enlace.

Sobre LLYC
LLYC (BME:LLYC) es una firma global de Marketing y Corporate Affairs que acompaña a sus clientes a través de la creatividad, la influencia y la innovación, con el objetivo de hacer crecer y proteger el valor de sus negocios. Fundada en 1995, tiene presencia en más de 20 ciudades en América, Europa y Estados Unidos. En 2023, registró ingresos operacionales de 83,1 millones de euros y figura entre las 40 principales empresas de su sector a nivel mundial.

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