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Burgos, España. – El ex piloto español Antolín González, subcampeón de la Fórmula Renault 2.0 Asian Championship 2018 y considerado una de las jóvenes promesas del automovilismo nacional, permanece en prisión provisional desde el 5 de julio tras confesar haber matado a su padre durante una discusión en la empresa familiar de Aranda de Duero, provincia de Burgos.
Según informó su abogado José Luis Vegas, la defensa sostiene que González actuó bajo un episodio psicótico al ver a su padre empuñar un machete, lo que será clave en la estrategia judicial que podría determinar su futuro penal.
Durante su declaración ante el juez —realizada a puerta cerrada—, González relató que el altercado comenzó con una acalorada discusión que derivó en un forcejeo fatal.
“Forcejeamos y accidentalmente le apuñalé en el cuello”, habría declarado el ex piloto.
Tras el suceso, González abandonó el lugar y arrojó el arma al río Arandilla, hecho que reconoció ante las autoridades. Fue detenido poco después sin oponer resistencia y trasladado a prisión preventiva.
El abogado Vegas descartó la legítima defensa como argumento principal, centrando su estrategia en demostrar una alteración mental transitoria.
“Mi cliente sufrió un episodio psicótico al ver a su padre con el machete. No recuerda todo lo que pasó”, declaró el letrado al diario El Español.
El conflicto familiar se habría intensificado tras el divorcio de los padres del joven, situación que generó un fuerte deterioro emocional en el ex piloto. Según la defensa, Antolín acudió ese día a la empresa “con la intención de poner fin a las discusiones entre sus padres”.
El caso también ha sacado a la luz denuncias previas por malos tratos del padre hacia la madre de González, quien contaba con dos órdenes de alejamiento. Familiares cercanos afirmaron que el joven “temía que su madre pudiera convertirse en la próxima víctima”.
Considerado en su momento como “el próximo Fernando Alonso”, Antolín González abandonó su carrera deportiva y los estudios hace cinco años para cuidar a su madre y colaborar en el negocio familiar.
La investigación policial continúa enfocada en reconstruir los hechos y recuperar el arma homicida, pieza clave en el proceso. Hasta ahora, solo se han hallado huellas del padre en la funda del machete, sin poder determinar si el arma estaba desenfundada al momento del ataque.
La defensa buscará un acuerdo con la fiscalía que podría reducir la condena a unos cinco años de prisión, si se acredita la alteración mental transitoria. De no prosperar, González podría enfrentar una pena significativamente mayor.
El caso ha causado profunda conmoción en el automovilismo español, que veía en Antolín González una de sus figuras con mayor proyección internacional.
(Con información de El Español y agencias locales)
