Mamá Tingó: símbolo eterno de la lucha campesina y la dignidad de la mujer dominicana

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En el aniversario de su nacimiento, el país recuerda a una heroína rural que dio su vida defendiendo el derecho a la tierra

Santo Domingo. – Un día como hoy nació Florinda Muñoz Soriano, conocida como Mamá Tingó, una de las figuras más emblemáticas de la historia dominicana por su defensa incansable de los derechos de los campesinos y su lucha por una distribución justa de la tierra. Su legado trasciende fronteras y continúa siendo inspiración para movimientos sociales en toda América Latina.

Nacida en Villa Mella, en el seno de una familia campesina humilde, Mamá Tingó dedicó su vida al trabajo agrícola junto a su esposo Felipe, con quien formó un hogar en Hato Viejo, Yamasá. De su matrimonio nacieron diez hijos, de los cuales sobrevivieron siete.

Tras la muerte de su marido, continuó trabajando la tierra junto a sus hijos, manteniendo viva la esperanza de un futuro más justo para los campesinos de su comunidad.

 La mujer que enfrentó al poder

En 1974, cuando el terrateniente Pablo Díaz Hernández reclamó como suyas las tierras ocupadas por los campesinos de Hato Viejo durante más de medio siglo, Mamá Tingó se convirtió en la voz y el rostro de la resistencia rural.

Integrada a la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), lideró manifestaciones y enfrentó la represión con una valentía que estremeció al país. Su lema era claro: “La tierra es de quien la trabaja.”

Pese a su avanzada edad, encabezó la lucha contra los abusos del terrateniente, quien mandó a cercar los terrenos y destruir las cosechas de los campesinos.

 Un crimen que conmovió al país

El 1 de noviembre de 1974, tras una audiencia judicial relacionada con el conflicto, Mamá Tingó fue asesinada a los 60 años en Hato Viejo, a manos de Ernesto Díaz, capataz del terrateniente.

Según el testimonio de sus familiares, el agresor la emboscó mientras ella intentaba asegurar sus animales. Aun herida, la dirigente intentó defenderse con su machete, pero un segundo disparo le quitó la vida.

Su muerte causó indignación nacional e internacional, aunque el victimario fue liberado bajo fianza meses después, un hecho que evidenció la desigualdad y la impunidad que enfrentaban los campesinos.

 Un legado inmortal

Mamá Tingó se convirtió en un símbolo de dignidad, coraje y resistencia campesina. Su historia inspiró canciones, obras teatrales, murales y estudios sobre la lucha social en el Caribe.

El legendario merenguero Johnny Ventura le dedicó una de sus composiciones más recordadas, rindiendo tributo a la mujer que dio su vida defendiendo lo que consideraba justo.

Hoy, Mamá Tingó es recordada no solo como una heroína nacional, sino como un ícono de la mujer rural latinoamericana, cuya voz aún resuena en los campos, las aulas y los movimientos sociales que reclaman justicia y equidad.

Redacción: Portada Nacional
Fotografía: Archivo histórico dominicano