Los recientes ataques perpetrados por grupos armados contra el Palacio Nacional en Puerto Príncipe, capital de Haití, han sumido al país en una grave crisis. Funcionarios de la residencia presidencial se encuentran atrapados en su interior, mientras que enfrentamientos han dejado al menos cinco policías heridos.
El actual primer ministro haitiano, Ariel Henry, se halla exiliado en Puerto Rico debido a amenazas recibidas por estos grupos criminales. Se espera que deje su cargo una vez que el consejo presidencial de transición nombre a un nuevo jefe de Gobierno en un intento por enfrentar la creciente violencia y la influencia de las bandas armadas que buscan controlar el poder en Haití.
Los tiroteos alrededor del Palacio Nacional han ocasionado el incendio de un vehículo blindado de la policía, y las bandas armadas han extendido su campo de acción hasta la plaza pública Champs de Mars, cercana al palacio. Estas acciones, lideradas por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, buscan un cambio de poder en el país.
El primer ministro Ariel Henry ha intentado mantenerse en el cargo a pesar de las amenazas de Cherizier. Sin embargo, la presión internacional lo ha llevado a renunciar, aunque la dimisión se ha pospuesto hasta que se forme un nuevo Gobierno.
La tarea de seleccionar un nuevo primer ministro ha sido encomendada al consejo presidencial de transición, compuesto por siete coaliciones de partidos políticos y organizaciones sociales haitianas. Este nuevo líder enfrentará el desafío de contener a las bandas criminales que han ganado poder en la capital y ahora amenazan con ingresar al palacio presidencial.
Los recientes disturbios son parte de una escalada de violencia que se ha intensificado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 por un grupo de sicarios colombianos. Esta situación ha exacerbado los problemas en Haití, que se siente abandonado por la comunidad internacional y ha provocado el éxodo de millones de haitianos en busca de seguridad y oportunidades en otros países.