La madrugada de este miércoles, la República Dominicana perdió a uno de sus más destacados comunicadores y políticos, Wilfredo Alemany, quien falleció a los 75 años de edad. La triste noticia fue confirmada por su esposa, Mencía Ortiz de Alemany.
Wilfredo Alemany nació el 28 de septiembre de 1948 en La Romana, República Dominicana. Hijo de Rafael Alemany y Juliana Ávila, dejó un legado familiar conformado por sus hijos Ernesto, Marel, Alan, Alejandra y Joan.
Alemany se describía a sí mismo como un autodidacta, aunque contaba con títulos académicos de postgrado. Su insaciable curiosidad y deseo de comprender el mundo y la sociedad en la que vivía lo llevaron a desarrollar una disciplina de estudio constante y un profundo hábito de lectura.
A nivel profesional, Alemany se destacó como un comunicador analista especializado en temas de economía, política y geopolítica mundial. Desde una edad temprana, mostró una fuerte vocación por participar en movimientos de lucha social, estableciendo un vínculo inquebrantable con la sociedad en su búsqueda por combatir la inequidad social.
En su juventud, participó activamente en los movimientos de la izquierda revolucionaria, como el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4), que agrupó a muchos jóvenes de la época que se oponían a los remanentes de la dictadura. Con el tiempo, su visión ideológica evolucionó hacia posturas más liberales, adoptando la socialdemocracia tras un análisis crítico.
Alemany relataba que sus primeras inquietudes políticas surgieron tras el impacto que le causó la muerte de su tío Diego Ávila Pilier, quien formó parte de las fuerzas expedicionarias que llegaron a República Dominicana desde Cuba en 1959, y que entregó su vida en la lucha para derrocar al tirano Rafael Leónidas Trujillo.
El fallecimiento de Wilfredo Alemany deja un vacío significativo en el ámbito de la comunicación y la política dominicana. Su legado de compromiso social y su incansable lucha por una sociedad más justa y equitativa será recordado y valorado por todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerle y seguir su trabajo.
