FEU impulsa debate ético sobre IA en congreso internacional
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Santo Domingo.– El pastor y educador Samuel Reyes Raposo destacó que la Fundación Evangélica Universitaria (FEU) ha marcado un hito en la República Dominicana con la celebración del Primer Congreso Internacional «Ética, Ciencia y Tecnología», un espacio académico de alto nivel dedicado a analizar los desafíos éticos que plantea el acelerado desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
Reyes Raposo subrayó que, en un contexto global donde la IA transforma la producción, la comunicación, la educación y la convivencia social, resulta significativo que una institución de identidad evangélica lidere un diálogo riguroso y responsable sobre el impacto moral del progreso científico y tecnológico.
“Este congreso envía un mensaje claro al país y a la región: la fe cristiana no es adversaria de la ciencia, sino una aliada crítica en la defensa de la dignidad humana”, expresó el educador.
El evento reunió a destacados expertos nacionales en investigación científica y educación superior, quienes coincidieron en que el desarrollo tecnológico no puede concebirse como moralmente neutro. En ese sentido, Reyes Raposo afirmó que la FEU reafirmó, desde el ámbito académico, que la ciencia desvinculada de la ética corre el riesgo de convertirse en un instrumento de dominación, y que la tecnología absolutizada puede erosionar los valores esenciales de la convivencia humana.
Asimismo, resaltó la conferencia magistral del Dr. Andrés Rodríguez Conde, quien abordó los retos derivados de la masificación de la inteligencia artificial, planteando interrogantes clave sobre la responsabilidad frente a los sesgos algorítmicos, la sustitución laboral, la vigilancia masiva y la posible deshumanización social.
Reyes Raposo puntualizó que estas reflexiones, analizadas desde una perspectiva evangélica, contribuyeron a desmontar el prejuicio de que la ética cristiana está ajena a los debates científicos contemporáneos. Añadió que los foros desarrollados con representantes del sistema de educación superior dominicano evidenciaron un consenso fundamental: el progreso científico y tecnológico debe estar orientado al bien común.
Desde una visión ética cristiana, concluyó, la inteligencia artificial debe ser una herramienta al servicio del ser humano, respetando el valor intrínseco de la persona, la justicia social y el derecho a la privacidad.