Gragy, Georgia -Inessa Polenko, una reconocida influencer rusa, perdió la vida a los 39 años mientras intentaba capturar el selfie perfecto en un acantilado en Gragy (Georgia). Según informes de diversos medios estadounidenses, el dramático suceso ocurrió luego de que Inessa saltara una valla de seguridad que restringía el acceso a una de las zonas más peligrosas del área, en busca de la publicación más audaz para sus redes sociales. Aunque no falleció de inmediato, las graves lesiones sufridas por el impacto de la caída provocaron su fallecimiento horas después en el hospital.
El destino cruel y la imprudencia de Inessa han llevado su nombre a los titulares de todo el mundo, trascendiendo más allá de los 10.000 seguidores que tenía en el momento de su muerte. Polenko, conocida por su trabajo como esteticista en Moscú, se había convertido en una figura destacada entre los influencers de su país, creando contenido relacionado con la belleza y el estilo de vida en las redes sociales. Además, compartía regularmente imágenes, videos y recomendaciones de sus viajes alrededor del mundo.
Este trágico incidente no es el primero de su tipo, ya que muchos creadores de contenido, como youtubers e instagramers, buscan constantemente superar los límites para sorprender a sus seguidores en línea. Estos eventos lamentables están en aumento y han llevado a las autoridades de varios países, incluido Estados Unidos (donde ocurrió este terrible accidente), a tomar medidas al respecto. La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. ha llegado incluso a recomendar la designación de «zonas prohibidas» para selfies con el fin de prevenir este tipo de tragedias que afectan tanto a personas famosas como a ciudadanos comunes.
Solo hace unos meses, en diciembre pasado, una mujer falleció mientras intentaba tomarse una autofoto en el Cañón de Atuel (San Francisco). Antes que ella, la influencer china Sofía Cheung perdió la vida al tratar de fotografiarse al borde de una cascada. Otro incidente mortal, aunque de naturaleza diferente, acabó con la vida de un hombre que fue devorado por un león al intentar tomarse un selfie junto a la jaula del animal en un zoológico. El fallecido había saltado la valla de seguridad para acercarse al león y capturar ese momento temerario.
