La politóloga Janet Camilo, en su destacada carrera y aspiración a la Alcaldía del Distrito Nacional por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ha resaltado un punto crucial que debe ser el fundamento de nuestra democracia: la importancia del debate político. En un momento en que el fervor y las pasiones a menudo eclipsan el análisis racional de las propuestas políticas, el llamado de Camilo a un cambio cultural es oportuno y esencial.
En República Dominicana, como en muchas democracias, la política ha estado marcada por un enfoque en las personalidades y los partidos, más que en las propuestas y los programas de trabajo. Esto ha llevado a una elección basada en la emoción y las lealtades partidistas en lugar de una elección informada. La falta de una cultura de debate político ha impedido que los ciudadanos conozcan en profundidad las posiciones de los candidatos sobre temas críticos y las soluciones que proponen.
Es hora de cambiar esta dinámica. Debates políticos transparentes y bien moderados brindan a los ciudadanos la oportunidad de escuchar y evaluar las ideas y propuestas de los candidatos. Estos debates no deberían ser un concurso por el ganador, sino una plataforma para aclarar dudas y ofrecer una visión más nítida de los planes de trabajo. Los debates son la base para una toma de decisiones fundamentada y una ciudadanía empoderada.
La iniciativa de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en la organización de una mesa técnica de discusión sobre el impacto de los debates electorales es un paso en la dirección correcta. Al promover estos espacios de diálogo, se fomenta la educación cívica y se empodera a los ciudadanos para que elijan a sus representantes basándose en la visión y las propuestas, no en la retórica vacía o la lealtad partidista.
En la democracia, el debate político es el motor que impulsa la participación cívica informada y el control de los gobernantes. Apoyar el cambio hacia una cultura de debate político no solo enriquecerá nuestro sistema democrático, sino que también fortalecerá nuestra sociedad y garantizará que las decisiones políticas reflejen verdaderamente las necesidades y deseos de los ciudadanos. Sigamos este camino hacia una República Dominicana más informada y comprometida.
