Preservando la Identidad Nacional: Un Llamado a la Acción

0
109

*Noviembre de 2023* – En la encrucijada histórica que vive la República Dominicana, nos encontramos ante el desafío transcendental de proteger los cimientos de nuestra nación. El actual presidente, Luís Abinader Corona, asume una misión redentora sin precedentes en los últimos 27 años, enfrentando los retos cruciales para refundar la república y reconfigurar un modelo de estado que, en algún momento, traicionó a su propio pueblo.

Recordemos con estupor el período en el que la privatización amenazaba con devorar nuestra isla, como si fuéramos inconscientes testigos de una avaricia desmedida. La globalización, el neoliberalismo y el multiculturalismo eran malinterpretados por una clase gobernante que, durante dos décadas, parecía haber olvidado su compromiso con la soberanía nacional.

Ahora, en esta etapa de la decadente IV República, nos encontramos en un vuelo frágil como palomas en un cielo lleno de halcones voraces. La amenaza no solo proviene de influencias neocoloniales extranjeras, sino también de cuervos nacionales que intentan cegar a nuestra patria. Es el cénit de la orfandad patriótica, una lucha contra la rapacidad que busca imponer polluelos extraños e invertebrados de la República de Haití en nuestro nido, amenazando con desintegrar nuestra identidad nacional.

La lucha legítima de nuestra nación por superar debilidades congénitas no puede permitir que nos impongan una carga primitiva. La historia nos ha dejado testimonios de nuestra nobleza frente a Haití, pero debemos mantener viva la llama libertaria, independiente y patriótica para proteger los fueros existenciales de la nación dominicana.

La piedad peligrosa, como describiera Stefan Zweig, termina destruyendo al que la ejerce. No podemos renunciar a nuestro derecho sagrado a la existencia. La invasión pacífica haitiana, que algunos intentan pintar como una solución, nos lleva por un peligroso camino de autodestrucción como nación. La responsabilidad recae en el modelo de Estado que ha dirigido al país y la clase política tradicional que lo ha controlado.

Hoy, más que nunca, debemos reconocer y aplaudir la postura del presidente Luís Abinader, quien ha llevado nuestra nueva política exterior a la cumbre internacional, proclamando con temple, visión y sabiduría política que no hay solución dominicana para la realidad haitiana.

Es momento de unirnos como pueblo, de defender nuestra soberanía y de rechazar cualquier intento de diluir nuestra identidad nacional. La lucha por la preservación de nuestra patria es un llamado a la acción, y es en la unión de todos que encontraremos la fortaleza para enfrentar estos desafíos cruciales. ¡Que la llama de la independencia y la patria nunca se apague!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí